El
día de su cumpleaños Carlota recibe un regalo de parte de su abuela, el
diario violeta. Tras horrorizarse por el regalo, siguió el consejo de
su abuela materna y decide empezar a mirar el mundo a través de las
gafas violetas. A partir de ese momento descubrirá que hasta las más
pequeñas situaciones que la rodean, en apariencia tan normales, están
llenas aun de viejos "prejuicios" machistas.
La
abuela de Carlota también le enseña la ley de la inversión. Para
comprobar si una situación o un trato hacia una mujer es despectivo sólo
es necesario cambiar a la mujer protagonista por un hombre. Si la misma
situación o trato resulta ridícula o inadecuada para él, también lo
será para ella. No es la única clave, pero es muy buena.
Las
"gafas lilas" no es más que una actitud atenta y alerta ante las
constantes discriminaciones que sufrimos las mujeres y de las que ni
siquiera nos enteramos, de tan acostumbradas que estamos.
¿Por qué el color violeta para referirse al trema de la violencia de género?
Porque
en Estados Unidos en el 1908, un empresario incendió su propia fábrica
cuando unas 129 mujeres estaban haciendo una huelga trabajando unas
telas violetas.