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viernes, 17 de mayo de 2013

LAS VOCES BAJAS


Autor: Manuel Rivas

Comentario:
Es un libro donde los recuerdos toman forma.  ¿Quién no recuerda su infancia y todos esos momentos que han quedado en  la retina del tiempo?

Manuel Rivas nos lee en un café literario, algunos pasajes de su libro, que como he dicho antes, está lleno de recuerdos. Estas son una serie de reflexiones del autor tomadas de mi libreta de campo en una tertulia sobre el libro y sus impresiones, las del autor y el lector.

Una fracción de tiempo… Es un pasacalles; payasos, cohetes, viéndolo maravillados. Manuel tiene dos años, su hermana, uno más que éste. Dos monstruos horribles que tocan los cristales de la ventana. Los niños salen aterrados hacia el baño en la oscuridad. Se esconden, hasta que oyen el grito de su madre que no encuentra a sus hijos.
María, abre el pasador y entra la luz. (La luz es la mirada de la madre que les dice: “Tontiños, son los cabezudos” Los reyes católicos).

Este libro es un híbrido entre el dolor y la ironía. Lo más parecido a la felicidad es el rescate de la memoria. También se observa la presencia de la iglesia. El diluvio universal y el arca de Noé. Cuando empieza a remitir el diluvio, Noé envía a la paloma y el cuervo. Volvía la paloma pero no sabíamos que había ocurrido con el cuervo.
Los cuervos parecen que no tienen edad. Tiene que ser el de la biblia, desgarbado, parece que lo lleva el viento. Aquí se establece la diferencia entre el periodismo y la literatura. La paloma es el periodismo, vuelve para contar lo que ocurre. El cuervo es la literatura, es como seguir hacia lo desconocido. El cuervo atraviesa esa línea de viento. La literatura va hacia lo inaccesible, va más allá. Es una especie de memoria colectiva que Manuel Rivas vivió, desde el niño que fue, al adulto que es.

Nos transmite, como a través de la voz de la poesía conecta el singular con el plural.  
La tierra, el espacio, tiene memoria- Notamos cuando la tierra está contenta y cuando está triste. Por poner un ejemplo: ¿Dónde hubo una batalla, se han curado las heridas?...

En otro pasaje del libro, nos cuenta a modo de recuerdo, como su abuelo en el aserradero donde trabajaba, tenía un amigo sordomudo, le llamaban Fidel. Un día la fuente del pueblo, dejó de echar agua. El sordomudo era un personaje muy elocuente, así que, con gestos, comenzó a explicar lo que había ocurrido con la fuente. Movió una piedra por detrás y el agua volvió a brotar. Sería una vergüenza enorme para la fuente, que después de aquella explicación a través de signos, no volviese a brotar el agua.
Este libro está lleno de bocas y orificios. Pensaba de pequeño que la niebla salía del vaho de las vacas. También está lleno de padecimientos y luchas constantes.

REEXISTENCIA: es una forma de no rendirse ante “la historia” que es una máquina implacable. A veces hay que huir de la historia para que no te aplaste.
También juega un papel importante en este libro la cultura popular. La boca de la madre recita poemas de Rosalía de Castro. O bien, cuando están jugando una partida de dominó, nos encontramos con frases de Shakespeare.

En este libro intuimos, como la forma de utilizar el lenguaje es una forma de defenderse. Es el viaje de un descubrimiento en todo momento.
Hay otro pasaje del libro en el que el profesor en clase les pregunta a los alumnos: ¿Qué van a ser ustedes de mayores? Uno desde atrás dijo: “Emigrantes”. El profesor se sorprendió y quedó muy callado.

Es un retrato de muchas cosas. Está claro que la materia del libro son los recuerdos.
Tiene que ver con el pasado pero también tiene que ver con el momento que vivimos. Nos habla de esa forma de relacionarse con el trabajo, con el poder, sobre todo de no dejarse aplastar por las circunstancias.

Manuel Rivas nos cuenta como cada uno de sus libros tiene una marca geográfica y biográfica. Su forma de escribir, busca la forma en la que le gustaría que a él le contasen la historia.
Este libro es como un reconstruir las conversaciones de gente que conoces hace más de treinta años. Memoria colectiva en la que te sientes identificado con los personajes. Esos escenarios de identificación. Elementos comunes en el mundo que nos identifican.

El mundo, en el fondo es una aldea.
“La literatura” la ficción que crea realidad…      

 
Manuel Espejo Jurado

18/04/13

Fuenlabrada

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