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Orugario es un
demonio principiante necesitado de ayuda. A su cargo se encuentra un joven que
acaba de convertirse al cristianismo, pero aún hay esperanza de que pueda
seguir por el mal camino si Orugario se esmera lo suficiente. En esta serie de
cartas, su veterano tío le ofrecerá sus mejores consejos para condenar a un
hombre.
¿Por qué leer "Cartas del diablo a su sobrino"?
Los demonios han
tomado nota de sus fracasos tras siglos tentando a los hombres. Ya han
aprendido que a veces es mejor no ir de frente, que la mentira es fácilmente
descubierta y que las medias verdades pueden ser su mejor arma. A veces,
simplemente, lo mejor es sembrar la duda y esperar que a que germine.
Saben bien que es
mejor tentar con los simples pecadillos del día a día. A fin de cuentas, a la
mayoría de nosotros jamás se nos va a ocurrir matar a nadie, pero si no
estamos atentos es posible que nos olvidemos de las personas que tenemos
alrededor. Los demonios ya se encargarán de ello. Nos conocen, saben cómo
funcionamos, y saben que es posible que nos preocupemos por todo menos por lo
realmente importante.
Estas cartas,
aunque ficticias, son sorprendentemente reales. Leerlas es una oportunidad de
adentrarnos en terreno enemigo, de ser espías en el bando contrario y poder
descubrir los trucos, los engaños, que nos conducen por el camino equivocado,
para que así podamos nosotros seguir la dirección opuesta.
«Tu principal
misión será la misma. Déjale empezar por considerar el patriotismo o el
pacifismo como parte de su religión. Después déjale, bajo el influjo de un
espíritu partidista, llegar a considerarlo la parte más importante. Luego,
suave y gradualmente, guíale hasta la fase en la que la religión se convierte
en meramente parte de la 'Causa', en la que el cristianismo se valora
primordialmente a causa de las excelentes razones a favor del esfuerzo bélico
inglés o del pacifismo que puede suministrar. [...] Una vez que hayas hecho
del mundo un fin, y de la fe un medio, ya casi has vencido a tu hombre».
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