«Hoy por hoy,
después de tantos años, los celos me impelen a no revelar su nombre, ni
siquiera a mis lectores. Pero debo contar fielmente lo que ocurrió a
continuación.»
En las afueras del
Estambul de 1985, un maestro pocero y su joven aprendiz son contratados para
encontrar agua en una llanura estéril. Mientras excavan sin suerte metro a
metro, nace entre ellos un vínculo casi paterno-filial, una dependencia mutua
que se verá alterada cuando el adolescente se enamore perdidamente de una
misteriosa mujer de pelo rojo: un primer amor que marcará el resto de sus días.
El viaje de este
joven hacia la edad adulta se acompasa al de una Turquía que ha ido
transformándose de forma irreversible, y le sirve a Orhan Pamuk para regresar a
los temas que han dominado una buena parte de su obra. En esta mezcla de
fábula, relato mitológico y tragedia contemporánea, el autor vuelve a poner
frente a frente las culturas de Occidente y Oriente explorando dos de sus mitos
fundacionales: el Edipo Rey de Sófocles y la historia de Rostam y Sohrab,
inmortalizada por el poeta persa Ferdousí en la epopeya del Shahname o Libro
de los Reyes. Ambas tragedias discurren por debajo de una trama absorbente,
en una novela de ideas que profundiza, entre otros temas, en la familia y la
figura paterna, reafirmando al premio Nobel como uno de los grandes escritores
de nuestra época.
La excelente décima
novela de Pamuk escruta las relaciones entre padre e hijo con una intensidad
casi dolorosa.
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