Intentar
hablar de los cuentos de Borges en dos columnas es, simplemente y al igual que
sus cuentos, fantástico. La literatura fantástica, los cuentos de Borges,
proceden de diferentes tipos de fantasía: la incomprensible, la irracional, la
anclada en la vida pero que, sin embargo, es totalmente fantástica. En todos
sus cuentos hay mucho de sí mismo, de su erudición literaria y vital. Lo
fantástico en Borges no está habitado por seres y mundos imaginarios, sino por
seres y acontecimientos reales en los que acontece lo fantástico como parte de
la vida. En todos sus cuentos hay un momento, una situación, que nos lleva a
aquello que está más allá de nuestra pequeña realidad y nos conduce a una
realidad imposible en el mundo y en la mentalidad de la sociedad en la que
vivimos, pero totalmente real en lo más profundo de nosotros, de nuestros
sueños, de nuestra mente.
Todos los cuentos de Borges
pueden contemplarse desde esta óptica: El jardín de senderos que se bifurcan (1941), Ficciones (1944), El
libro de arena (1974)...
He elegido El Aleph porque con él descubrí a
Borges y se me abrieron las puertas de una literatura desconocida, una manera
de ver la realidad absolutamente extraña pero sorprendentemente cercana a todo
lo vivido, amado, soñado... Me atrevo descaradamente a recomendar su lectura y
al leerlo nos arriesgamos a romper esquemas literarios anteriores, a olvidar
novelas con planteamiento, nudo y desenlace, a escapar sin complejos de lo
lógico y previsible, a conocer tipos humanos más cercanos a nosotros de lo que
podemos pensar y que pueden abrirnos a tantos personajes con los que tenemos
que convivir habitualmente.
No creo
que Borges pretendiera en ningún momento que su obra fuera interpretada
ideológicamente en ningún sentido, sin embargo, muchos de sus cuentos nos
hablan de realidades humanas básicas, de sentimientos comunes, de las dudas
vitales que habitan en cada uno de nosotros.
Hay un cuento en El Aleph
que me encanta, en realidad me gustan todos pero este es muy especial, se llama
Funes el memorioso. Un cuento sobre lo diferente y cómo podemos acercarnos al que es
diferente, un cuento sobre la memoria, su importancia y su desastre.
Empecemos por El Aleph
para ver si nos engancha todo el alefato de la obra borgiana.
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